Fuente: Clarín
Los resultados de un programa de detección temprana del cáncer de mama demuestran los beneficios de la mamografía: el 62,25% de las mujeres a quienes se diagnosticó esa enfermedad, se consideraban sanas y tenían un examen clínico mamario normal.
El estudio –el más amplio de su tipo realizado en América Latina– procesó los datos de 80.000 mujeres de entre 40 y 65 años, que se hicieron placas gratuitas en el móvil con el mamógrafo Avon-LALCEC. Este equipo recorre la Argentina desde 1999, con el fin de detectar tumores menores de un centímetro. Ya lleva cerca de 200 mil kilómetros, y ayer, en San Rafael (Mendoza), realizó la mamografía número 100 mil.
El móvil permanece una semana en cada localidad, seleccionada dos meses antes, donde la actividad es coordinada por una representación de LALCEC. Las mujeres son atendidas por una médica mastóloga, quien realiza el examen clínico, el que incluye palpación de senos y un cuestionario. Luego, técnicas radiólogas sacan la placa.
Las mamografías son enviadas a la sede central de LALCEC y analizadas por dos médicas radiólogas con experiencia en diagnóstico mamográfico. Ambas hacen su examen y su informe por separado y, eventualmente, las sugerencias de las conductas a seguir.
Los resultados son reenviados a las representaciones donde se tomaron las placas, y éstas se entregan a las mujeres. Los profesionales de LALCEC se ocupan del seguimiento, de sus tratamientos y, de ser necesario, de la derivación para cirugías. De este modo, más de 920 mujeres tuvieron un diagnóstico oportuno de cáncer y fueron puestas en tratamiento; y otras 842 se encuentran bajo control.
De las 80.000 mujeres incluidas en el estudio, el 6,005 por mil tuvo un diagnóstico de cáncer mamario confirmado por análisis histopatológico. Esa cifra coincide con los programas similares difundidos en la bibliografía internacional.
Lo más valioso es que el 62,25% de esas pacientes se consideraba sana, y en la palpación, la médica mastóloga no había detectado nada raro.
El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres. Hasta el momento, la prevención más eficaz es el examen periódico, que permite un diagnóstico precoz. De este modo, la mortalidad puede reducirse entre un 15 y un 50%; también mejora la calidad de vida de las mujeres que lo padecen.
Se recomienda hacerse una mamografía cada dos años a partir de los 35 o los 40 años (no hay unanimidad entre los especialistas), y una por año desde los 50.