Según expertos, en 2010 el cáncer pasará a ser la principal causa de muerte en el mundo
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Beatriz Ávalos Ribera. Chile
Sandra iba a cumplir 40 años, cuando tarde, una colega de trabajo le pidió que la acompañara a una clínica porque se tenía que hacer una mamografía. En el trayecto, la amiga la convenció de que ella también se hiciera el estudio, aprovechando la rebaja del 50%. Y así fue. A los dos días, cuando fue a recoger los resultados, grande fue su sorpresa cuando la doctora le dijo que habían detectado un nódulo en su seno izquierdo, lo que indicaba positivo a cáncer de mama. Otros estudios certificaron el descubrimiento, pero para alivio de Sandra el oncólogo le dijo que el tumor era aún muy pequeño y que podía tratarse. Hoy, a casi tres años después de haber recibido la noticia de su enfermedad y de seguir al pie de la letra el tratamiento médico, Sandra puede considerarse una de las pocas mujeres bolivianas que logran vencer el cáncer.
Según la publicación El Atlas del Cáncer, de la Sociedad Americana del Cáncer, en Bolivia apenas tres de cada mil personas afectadas por esta enfermedad logran sobrevivir. En la mayoría de los países sudamericanos, la relación es similar, excepto en Uruguay, donde siete de cada mil vencen al cáncer contra apenas dos en Paraguay.
En los países desarrollados, el promedio de sobrevivientes es de 13 por mil, aunque en Estados Unidos la proporción es mayor, con 16,5 .
Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, pues uno de cada ocho decesos tiene que ver con esta enfermedad; sin embargo, expertos en oncología sostienen que el próximo año esta patología se convertirá en la principal causa de muerte en el mundo. Le seguirán la cardiopatía isquémica, derrame cerebral, sida, otras infecciones, traumatismo por accidentes de tránsito, tuberculosis y malaria.
Así lo señalaron cuatro especialistas en el área, durante el Foro Latinoamericano de Oncología para Medios, realizado el 8 de agosto en Santiago (Chile), a iniciativa de la compañía estadounidense Pfizer. EL DEBER fue el único medio de comunicación de Bolivia invitado al evento.
En la ocasión, la doctora Martine J. George, vicepresidenta de Asuntos Médicos de la Unidad de Negocios de Oncología de Pfizer, indicó que en la región el número de muertes por cáncer subió un 25% desde 2002 y se estima que en 2020 puede llegar a matar a 10,3 millones de personas cada año. Por ello, aseguró que industrias farmacéuticas como Pfizer están apostando más a las investigaciones oncológicas en busca de una cura o de controlar el mal. Por ejemplo, en los últimos cinco años, esta empresa estadounidense ha incrementado un 400% el número de estudios oncológicos.
Por otro lado, Johnn Crown, oncólogo médico en el hospital de la Universidad St. Vicent y en el Hospital St. Luke en Dublín (Irlanda), se refirió al cáncer de mama metastásico (en etapa más avanzado), una patología que sigue siendo incurable, pero que las metas actuales de la terapia están enfocadas a aliviar los síntomas, retrasar la progresión del tumor, mejorar la calidad de vida y prolongar la sobrevivencia del paciente.
Crown habló de los avances del tratamiento dirigido, de la combinación de fármacos, a través de los cuales se ha conseguido incrementar la supervivencia de los pacientes con este tipo de cáncer.
Por su parte, el doctor Primo Lara, profesor de Medicina en la División de Hematología Oncológica en la Universidad de California Davis (EEUU), centró su ponencia en el carcinoma de células renales (cáncer de riñón), una enfermedad que hasta el 2005 tenía limitadas opciones de tratamiento, lo que hacía que los pacientes fallecieran en menos de 12 meses. Hoy, con los avances de la medicina se ha logrado prolongar el periodo de sobrevivencia a cinco años o algo más, para el 20% de los afectados.
Estos avances, según Lara, tienen que ver con los nuevos fármacos y terapias que se están utilizando, como las combinaciones entre el sunitinib, el bevacizumab, el everolimus, el temsirolimus y otros.
TIPOS MÁS FRECUENTES
DE MAMA
Es el más común en las mujeres. Más de 1,1 millones casos por año se diagnostican en el mundo. Los factores de riesgo son la edad, los genes, antecedente familiar, ciclo menstrual, consumo de alcohol, obesidad, radiación, etc. Los tratamientos incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia, terapia dirigida y otros. Hasta el 30% de las pacientes con cáncer de mama avanzado o recurrente desarrolla el metastásico, que no tiene cura, pues se propaga a huesos, pulmones, hígado o cerebro.
411.000
Decesos por año
Es el número de mujeres que mueren por causa de este cáncer. En Latinoamérica la incidencia es menor en relación con países ricos, pero registra más muertes
DE RIÑÓN
Los factores de riesgo son el tabaquismo, la obesidad, la genética y la historia familiar. Los síntomas más frecuentes son sangre en la orina, un bulto en el abdomen, incesante dolor en el costado, cansancio, pérdida de apetito y de peso, anemia y deficiencia de glóbulos rojos. El tratamiento principal para la enfermedad en estadio temprano es la cirugía. En etapa tardía es más difícil de tratar. Desde 2005, cinco drogas se han aprobado para tratar a pacientes con este tipo de cáncer.
210.000
Casos por año
Es la cantidad de personas diagnosticadas cada año en todo el mundo. Entre el 20 y 30% lo tiene ya avanzado. El 20% logra sobrevivir cinco años o un poco más
CERVICAL
Es el segundo tipo de cáncer más común en mujeres, y en países pobres como Bolivia es el más frecuente, se diagnostican más de 400.000 casos nuevos cada año. Los factores de riesgo son el virus del papiloma humano, vida sexual activa precoz, tener múltiples compañeros sexuales, haber tenido verrugas genitales, consumir tabaco u alcohol, tener displasia cervical, etc. Rara vez causa síntomas, pero puede haber: hemorragia anormal, aumento de flujo vaginal, dolores en el pubis y durante el coito. Hay vacuna contra el virus del papiloma.
55
Por cada 100 mil
La cifra (55) corresponde a la incidencia del cáncer de cuello uterino por cada 100.000 mujeres bolivianas. Este tipo de cáncer es el que más víctimas tiene en el país
200 estudios en busca de cura
La compañía farmacéutica Pfizer tiene en curso 200 estudios de oncología, cuyo objetivo es encontrar la cura del cáncer o, al menos, controlarlo, informó Martine J. George, vicepresidenta de Asuntos Médicos de la Unidad de Negocios de Oncología de dicha empresa estadounidense.
“Están en marcha más de 200 estudios clínicos, incluyendo 14 investigaciones de fase tres, en algunos de los cánceres más prevalentes y difíciles de tratar, tales como el de pulmón, próstata, colorectal, mama, hígado y célula renal. Nuestra meta es proporcionar a los pacientes mejores opciones de tratamiento con tasas de sobrevivencia mayores en varios tipos de tumores”, señaló. En el cáncer de mama metastásico la tasa de sobrevivencia es de cinco años.
Explicó que en la actualidad esta compañía tiene 22 compuestos de oncología en fase de desarrollo clínico y que el 22% del presupuesto global de Pfizer está destinado a la investigación contra dicha enfermedad, pues se estima que en 2020 el cáncer podría llegar a matar a 10,3 millones de personas por año en el mundo.
Según la oncóloga estadounidense, Pfizer está evaluando compuestos a través de cuatro plataformas científicas: anti-angiogénesis (para bloquear el crecimiento de los vasos sanguíneos del tumor), transducción de señales, inmunoterapia y potenciadores citotóxicos.
Hay cinco mitos que no permiten avanzar
Alessandra Durstine | Sociedad Americana contra el Cáncer
Algunos mayores obstáculos en mejorar la lucha contra el cáncer son los mitos que rodean a la enfermedad. Estos mitos crean miedo, disminuyen esperanzas y otorgan poder a ciertos puntos de vista fatalistas. La Sociedad Americana del Cáncer, que lleva 90 años investigando y luchando contra este mal, ha identificado cinco mitos, que creemos que limitan la eficacia del movimiento contra el cáncer en América Latina. Estos son:
MITO 1. El cáncer es una sentencia de muerte. Totalmente falso, pues es una enfermedad que en la mayoría de los casos (más del 50%) puede prevenirse y tratarse exitosamente. La Organización Mundial de la Salud estima que una tercera parte de todos los tipos de cáncer puede curarse mediante su detección oportuna y tratamiento adecuado. Además, el uso de la nueva tecnología ha ayudado a elevar a 70% los índices de supervivencia de niños afectados en Europa y Estados Unidos. Los nuevos tratamientos reducen satisfactoriamente los posibles efectos colaterales asociados al tratamiento del cáncer.
MITO 2. El cáncer no es un problema en nuestro país. La enfermedad continúa percibiéndose como una enfermedad de las clases acomodadas. Se estima que de las 7.6 millones de muertes globales causadas por el cáncer en 2005, más de 70% de éstas tuvieron lugar en los países de bajo y medio ingreso. Lastimosamente, el cáncer no está llamando la atención ni de los gobiernos, ni de los médicos ni de los medios de comunicación.
MITO 3. El cáncer es mi destino. No es cierto. En realidad, agentes infecciosos contribuyen al cáncer en los países en desarrollo y son los responsables en 22% de las muertes por esta enfermedad. Si se previnieran las infecciones causantes de cáncer habría 26,2% menos de casos en los países en desarrollo. El cáncer de pulmón es esencialmente un mal hecho por el hombre a través del tabaco. Algunos países han tomado medidas, en Estados Unidos, por ejemplo, se encareció el costo del cigarro, una cajetilla cuesta $us 11. También se ha restringido los sitios para fumadores.
MITO 4. Estoy solo. Mentira. En 2002 había más de 24,6 millones de sobrevivientes de cáncer a escala mundial. El conocimiento, la experiencia y la fuerza que los pacientes con este mal y sobrevivientes aportan entre sí y a sus comunidades son parte esencial para crear un movimiento global de control de cáncer exitoso. A diferencia de la gente con Sida, no hay movimientos de gente con cáncer.
MITO 5. No hay nada que nuestra comunidad pueda hacer. Si hay. Los sobrevivientes de cáncer son esenciales para el éxito de cualquier movimiento contra esta enfermedad. Se debe movilizar a la sociedad civil, exigir a los gobiernos planes nacionales para el control del cáncer, difundir más información sobre los factores de riesgo, mejorar los accesos a servicios de salud, fortalecer a las ONG que luchan contra la enfermedad, crear sistema de apoyo para los pacientes y aunar esfuerzos.
“LAZOS”,ES UN GRUPO DE AYUDA Y ACOMPAÑAMIENTO A MUJERES CON CÁNCER DE MAMA. Es una organización que nació como iniciativa de un grupo de mujeres sobrevivientes de cáncer de mama, que vieron la necesidad de agruparse para compartir sus experiencias y vivencias entre ellas, con el propósito de mejorar su calidad de vida y su condición de salud.
martes, 18 de agosto de 2009
viernes, 14 de agosto de 2009
Las muertes por cáncer en la Argentina se duplicarían para 2020
Expertos aseguran que lo mismo sucederá en el resto de América Latina y en África. Para 2010 será la principal razón de fallecimientos del mundo. Explicaron a Infobae.com las causas de esta preocupante tendencia
Bárbara Roesler (Infobae.com).
Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte a nivel mundial, detrás de los problemas cardiovasculares. Sin embargo, los especialistas estiman que las cifras con las que se encontrarán el próximo año lo colocarán al tope de la lista.
"Esto es algo que no podemos aceptar", sostuvo la premiada oncóloga Martine George, integrante del Consejo de Liderazgo del Instituto Oncológico de Nueva Jersey y miembro de la Sociedad Americana de Oncología clínica y la Sociedad Americana de Hematología, en el marco del Latin American Media Oncology Forum realizado días atrás en Santiago de Chile.
La especialista se mostró sorprendida por el avance de la enfermedad, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que el año que viene supere en cantidad de decesos a otros males como el sida, la tuberculosis y la malaria, los problemas cardiovasculares y los accidentes de tránsito.
Asimismo, George remarcó que el incremento de muertes va a ser exponencial, es decir que continuará en franca tendencia alcista hasta 2020. Comparando las cifras actuales y las que se estima se tendrán dentro de 11 años, América Latina y el Caribe verán crecer los decesos entre un 75% y un 100%, incluyendo a la Argentina.
Este aumento será igual al que registraría el norte de África y el este de Asia.
Diferentes son los porcentajes esperados para Europa: allí se estima un crecimiento en los fallecimientos por cáncer de entre un 0 y un 25 por ciento.
Para George, las principales causas de esta situación se relacionan con el cambio en el estilo de vida y con el acceso de la población a la prevención y el tratamiento, estos últimos muy emparentados con las políticas públicas de cada país.
Alessandra Durstine, a cargo de las iniciativas en América Latina de la Sociedad Americana del Cáncer, coincidió con George en las razones por las cuales la mortalidad a causa de tumores malignos es cada vez mayor.
"El cáncer en América Latina no está llamando la atención", sostuvo Durstine en el foro organizado por el laboratorio Pfizer, para luego alertar sobre el consumo de tabaco, la obesidad y las dietas específicas en cada país (en especial en la Argentina, donde asocian la ingesta de carne con la incidencia de cáncer colo-rectal) como importantes factores de riesgo.
La disertante denunció: "Nuestros gobiernos no nos ofrecen alternativas de tratamiento y prevención". Es por ello que llamó tanto a las autoridades de cada país como a la sociedad civil a reclamar mejores políticas públicas orientadas específicamente a los distintos tipos de cáncer.
En 2002 se registraron 10,9 millones de nuevos casos de cáncer en el mundo, y 6,7 millones de muertes. En la Argentina, el más extendido entre las mujeres es el de mama, y entre los hombres el de pulmón. Según datos del último número del Atlas del Cáncer, publicado por la Sociedad Americana del Cáncer, en nuestro país la probabilidad de desarrollar tumores malignos antes de los 65 años es de 12,5 por ciento, sin quedar exentos ni adolescentes ni niños.
miércoles, 12 de agosto de 2009
EL AJO Y SU PODER CURATIVO
EL AJO Y SU PODER CURATIVO
Ajo, todo en uno para el cuidado de la familia
por Pablo de la Iglesia, Ph. D.
El ajo es uno de los remedios populares más utilizados a lo largo de la historia y hoy día está entre los más estudiados por la ciencia, comprobándose la mayor parte de las propiedades que se le atribuyen.
La parte utilizada son los bulbos, a los que suele llamársele “cabeza”; en ellos encontramos aceites esenciales y principios activos antioxidantes, antibióticos, etc.
Entre sus indicaciones podemos destacar su papel regulador de las Prostaglandinas; esta no es una propiedad muy conocida pero tal vez sea la más importante. El ajo inhibe la producción de Prostaglandina E2, la cual está implicada en los procesos inflamatorios en general, alérgicos y autoinmunes. Como estrategia antiinflamatoria es recomendable ingerir preparados de ajo junto con los de Aceites de Pescado o Lino (Omega 3) y Aceite de Onagra o Prímula (Omega 6), para que los efectos sean completos; esta trilogía está indicada en enfermedades como Esclerosis Múltiple, Escleroderma, Psoriasis, Artritis, Cáncer, Sida, alergias, diabetes, hipertensión, lipidemias, debilidad inmunológica. .. Esta combinación de nutrientes es la forma más inespecífica que conozco para abordar con recursos potentes un gran número de enfermedades, puesto que estamos influyendo en el metabolismo de todas y cada uno de las células que hay en el organismo; en cualquier caso, el ajo por sí solo ya es efectivo.
Siempre me pregunto que pasaría si todos comieran dos o tres dientes de ajo al día; imagino que el impacto social sería impresionante (¡y no me refiero al hecho de que tendríamos menos ganas de besarnos!) y que la utopía de la erradicación de las enfermedades infecciosas estaría un poquito más cerca. Como un antibiótico y antiséptico general actúa probadamente frente a organismos tales como la “Escherichia Coli” (disbacteriosis intestinal e infecciones urinarias), “Salmonella typhi” (causante de fiebre tifoidea e infecciones intestinales) , “Shigella dysenteriae” (disentería bacilar), “estafilocos y estreptococos” (forúnculos e infecciones de la piel), hongos levaduras y algunos virus.
¿Quién no durmió con un ajo debajo de la almohada? Sus cualidades antiparasitarias son las más conocidas, actuando especialmente contra los oxiuros (gusanos blancos, redondos y pequeños) que suelen infectar a los niños; en estos casos puede consumirse o administrarse en forma de supositorios.
Por su capacidad hipoglucemiante, es muy beneficioso para los diabéticos de todo tipo, amén de proteger contra las patologías neurológicas y cardiovasculares asociadas a esta enfermedad.
Como cardioprotector; su acción se debe a sus propiedades vasodilatadoras, antiagregante plaquetario, hipotensor, antioxidante y antiesclerótico; siendo las enfermedades del corazón la principal causa de muerte en el mundo, el ajo se presenta como un recurso inestimable.
El ajo es un estimulante del la actividad de las células defensivas del organismo, las cuáles pueden ser inducidas a atacar con más éxito las células cancerosas; también se usa con buenos resultados en el tratamiento del Sida.
El ajo puede ser utilizado de la siguiente manera:
Supositorios: indicados para combatir los parásitos intestinales; normalmente se utiliza el extracto seco a razón de 100 a 250 mg. por unidad; mucho más práctico y accesible, es la aplicación por el ano de un ajo crudo untado en aceite de oliva virgen extra.
Jugo: consumir 10 a 30 gotas por dosis, varias veces al día.
Tintura: consumir 30/40 gotas, 3 veces al día.
Uso externo: pomada compuesta por jugo de ajo y vaselina a partes iguales; se usa con fines antisépticos.
Ajomiel: se colocan 400 gramos de ajos machacados en una botella de cuello ancho, se añade igual cantidad de vinagre de manzana y agua hasta cubrirlos. Se cierra la botella y se deja macerar durante cuatro días, agitando vigorosamente tres veces diarias. Finalmente se cuela el preparado, se agregan 250 grs. de miel, se agita bien y el preparado está listo para consumir a razón de una a dos cucharadas soperas antes de las principales comidas; se conserva por alrededor de un mes en lugar fresco o en el frigorífico.
Ajoaceite: se emulsionan varios ajos machacados con aceite de oliva virgen extra hasta formar un pasta tipo mayonesa, y se dejan reposar dos o tres días.
Decocción: se hierve una cabeza de ajo en un litro de agua durante cinco minutos y se beben tres tazas diarias; esta preparación pierde parte de las propiedades del ajo pero se evita el mal aliento y el olor corporal.
Enemas: se preparan a razón de dos o tres cucharadas de ajoaceite por litro de agua.
Crudo: se mastican de uno a tres ajos, preferentemente en ayunas.
Ajo, todo en uno para el cuidado de la familia
por Pablo de la Iglesia, Ph. D.
El ajo es uno de los remedios populares más utilizados a lo largo de la historia y hoy día está entre los más estudiados por la ciencia, comprobándose la mayor parte de las propiedades que se le atribuyen.
La parte utilizada son los bulbos, a los que suele llamársele “cabeza”; en ellos encontramos aceites esenciales y principios activos antioxidantes, antibióticos, etc.
Entre sus indicaciones podemos destacar su papel regulador de las Prostaglandinas; esta no es una propiedad muy conocida pero tal vez sea la más importante. El ajo inhibe la producción de Prostaglandina E2, la cual está implicada en los procesos inflamatorios en general, alérgicos y autoinmunes. Como estrategia antiinflamatoria es recomendable ingerir preparados de ajo junto con los de Aceites de Pescado o Lino (Omega 3) y Aceite de Onagra o Prímula (Omega 6), para que los efectos sean completos; esta trilogía está indicada en enfermedades como Esclerosis Múltiple, Escleroderma, Psoriasis, Artritis, Cáncer, Sida, alergias, diabetes, hipertensión, lipidemias, debilidad inmunológica. .. Esta combinación de nutrientes es la forma más inespecífica que conozco para abordar con recursos potentes un gran número de enfermedades, puesto que estamos influyendo en el metabolismo de todas y cada uno de las células que hay en el organismo; en cualquier caso, el ajo por sí solo ya es efectivo.
Siempre me pregunto que pasaría si todos comieran dos o tres dientes de ajo al día; imagino que el impacto social sería impresionante (¡y no me refiero al hecho de que tendríamos menos ganas de besarnos!) y que la utopía de la erradicación de las enfermedades infecciosas estaría un poquito más cerca. Como un antibiótico y antiséptico general actúa probadamente frente a organismos tales como la “Escherichia Coli” (disbacteriosis intestinal e infecciones urinarias), “Salmonella typhi” (causante de fiebre tifoidea e infecciones intestinales) , “Shigella dysenteriae” (disentería bacilar), “estafilocos y estreptococos” (forúnculos e infecciones de la piel), hongos levaduras y algunos virus.
¿Quién no durmió con un ajo debajo de la almohada? Sus cualidades antiparasitarias son las más conocidas, actuando especialmente contra los oxiuros (gusanos blancos, redondos y pequeños) que suelen infectar a los niños; en estos casos puede consumirse o administrarse en forma de supositorios.
Por su capacidad hipoglucemiante, es muy beneficioso para los diabéticos de todo tipo, amén de proteger contra las patologías neurológicas y cardiovasculares asociadas a esta enfermedad.
Como cardioprotector; su acción se debe a sus propiedades vasodilatadoras, antiagregante plaquetario, hipotensor, antioxidante y antiesclerótico; siendo las enfermedades del corazón la principal causa de muerte en el mundo, el ajo se presenta como un recurso inestimable.
El ajo es un estimulante del la actividad de las células defensivas del organismo, las cuáles pueden ser inducidas a atacar con más éxito las células cancerosas; también se usa con buenos resultados en el tratamiento del Sida.
El ajo puede ser utilizado de la siguiente manera:
Supositorios: indicados para combatir los parásitos intestinales; normalmente se utiliza el extracto seco a razón de 100 a 250 mg. por unidad; mucho más práctico y accesible, es la aplicación por el ano de un ajo crudo untado en aceite de oliva virgen extra.
Jugo: consumir 10 a 30 gotas por dosis, varias veces al día.
Tintura: consumir 30/40 gotas, 3 veces al día.
Uso externo: pomada compuesta por jugo de ajo y vaselina a partes iguales; se usa con fines antisépticos.
Ajomiel: se colocan 400 gramos de ajos machacados en una botella de cuello ancho, se añade igual cantidad de vinagre de manzana y agua hasta cubrirlos. Se cierra la botella y se deja macerar durante cuatro días, agitando vigorosamente tres veces diarias. Finalmente se cuela el preparado, se agregan 250 grs. de miel, se agita bien y el preparado está listo para consumir a razón de una a dos cucharadas soperas antes de las principales comidas; se conserva por alrededor de un mes en lugar fresco o en el frigorífico.
Ajoaceite: se emulsionan varios ajos machacados con aceite de oliva virgen extra hasta formar un pasta tipo mayonesa, y se dejan reposar dos o tres días.
Decocción: se hierve una cabeza de ajo en un litro de agua durante cinco minutos y se beben tres tazas diarias; esta preparación pierde parte de las propiedades del ajo pero se evita el mal aliento y el olor corporal.
Enemas: se preparan a razón de dos o tres cucharadas de ajoaceite por litro de agua.
Crudo: se mastican de uno a tres ajos, preferentemente en ayunas.
LA CÁSCARA DE LOS HUEVOS, UNA DEFENSA CONTRA PATÓGENOS
Actúa de protector natural impidiendo la entrada de microorganismos, siempre que se mantenga en perfecto estado
El huevo, un alimento muy nutritivo por la calidad de su proteína, está formado por tres partes básicas: la yema, la clara y la cáscara. Esta última actúa de envase natural y de su estado dependerá en gran medida que el consumo de este alimento sea seguro. Y es que la cáscara es, además de un mecanismo de defensa, una de las vías de entrada de microorganismos patógenos al producto, especialmente de Salmonella, ya que este microorganismo puede llegar a la superficie por contaminación desde la materia fecal. Controlar que no se produzcan grietas en la parte externa del huevo constituye una de las medidas de prevención de la contaminación, y en ello han trabajado un grupo de expertos estadounidenses, que han desarrollado un sistema de detección de microgrietas.
La clara representa, en el huevo de gallina, un poco más del 57% del peso total; la yema casi el 31% y la cáscara el 11,5%, según datos del Instituto del Huevo. Cada una de estas partes juega un papel fundamental. Y el de la cáscara, formada por carbonato cálcico, no es nada despreciable. La razón es que actúa de protector frente a posibles amenazas externas gracias a la presencia de la cutícula, una fina capa que se encuentra en el interior de la cáscara y que protege sus poros. La pérdida o el daño de esta capa facilitan la entrada de posibles microorganismos que puedan encontrarse en el exterior de la cáscara. Además, el papel protector de esta capa es caduco, es decir, a los cuatro días de la puesta aproximadamente la resistencia disminuye y la cutícula empieza a desecarse, por lo que el riesgo de que se produzcan grietas es mayor.
La resistencia, la forma o el color de la cáscara son algunos de los puntos clave a la hora de garantizar un alimento libre de patógenos. Que se rompa o no dependerá de factores intrínsecos a las aves, como la edad, la alimentación o las enfermedades del animal, que determinarán que la cáscara sea delgada o con defectos que faciliten la rotura. Otras causas, esta vez extrínsecas, no dependen tanto de la calidad de la cáscara sino de que se produzcan deficiencias en el lugar de la puesta o durante su manipulación.
Barrera natural más segura
La cáscara de los huevos debe estar limpia y sin fracturas ni grietas
Pese a que la cáscara constituye una verdadera barrera defensiva, es vulnerable al ataque de ciertas bacterias, especialmente de salmonella, que logran vencer su resistencia y penetrarla. Evitar que esto ocurra es el objetivo de los controles que realiza la industria alimentaria, especialmente destinados a detectar posibles grietas o deformidades en las cáscaras que aumenten el riesgo de contaminación. A los sistemas actuales para estas deficiencias se suma ahora uno que acaba de desarrollar un grupo de expertos del Servicio de Investigación Agrícola estadounidense (ARS, en sus siglas inglesas), que une las funciones de una cámara a presión y las de una cámara fotográfica.
Los responsables de la investigación aseguran que este prototipo, capaz de detectar lo que denominan "microgrietas" en las cáscaras, emula los sistemas que aplican los clasificadores humanos cuando aprietan los huevos para detectar las grietas. En este caso, la cámara a presión aplica "una breve presión a la cáscara hacia fuera", lo que permite detectar posibles fracturas en los huevos sin que estos se dañen, y comprobar, mediante una imagen, si realmente están afectados.
La tasa de detección se sitúa, según los expertos, en el 99,4% (teniendo en cuenta que se produce un 0,3% de falsos negativos). De esta manera, es posible adelantarse al problema que supone la aparición de grietas y actuar de forma previa, antes de que los huevos agrietados lleguen al consumidor. De este modo se reduce el riesgo de entrada de patógenos como Salmonella.
Portadores de Salmonella
El huevo es el alimento por excelencia que puede sufrir contaminación por Salmonella. La forma de cómo puede producirse es doble: bien a través de la cáscara o por medio de aves infectadas. En el primero de los casos influyen aspectos como la temperatura, la humedad, la virulencia de la cepa y el grado de contaminación por heces contaminadas. La lucha por prevenir la salmonelosis, una de las principales enfermedades de transmisión alimentaria, cuenta, desde junio de 2008, con un nuevo sistema de eliminación del patógeno en la cáscara de los huevos a través de pulsos de luz.
Desarrollado por expertos de AZTI-Tecnalia (Centro de Investigación Marina y Alimentaria), el sistema consiste en la descontaminación de carga microbiana sin que se vean alterados los parámetros organolépticos y estructurales de los huevos. Los efectos de estos pulsos, además, no sólo son eficaces para este patógeno sino que se hacen extensibles a otros microorganismos, a pesar de sus limitaciones, ya que sólo pueden actuar sobre la superficie de los alimentos.
El desarrollo de este tipo de sistemas se une a las medidas que se adoptan en el ámbito comunitario, la última de ellas aprobada a principios de año y que prohíbe la venta para consumo humano de huevos procedentes de aves que no se han sometido a los controles contra la Salmonella. Esta prohibición responde al aumento de la prevalencia de este patógeno en aves comunitarias, ya que, según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la mitad de los brotes de salmonelosis en humanos están relacionados con los huevos o productos derivados.
Los últimos datos al respecto, publicados hace poco por la Agencia y el Centro Europeo para el Control de Enfermedades, confirman que, pese a que los casos de salmonelosis en la UE descendieron durante 2007, esta enfermedad de transmisión alimentaria afectó a casi 152.000 personas (frente a las 164.000 de 2006). Del estudio se desprende además que la mayoría de los casos se han dado a través del consumo de carne de cerdo y de ave.
EVITAR LA CONTAMINACIÓN
Disponer de productos seguros, en este caso de huevos, requiere el seguimiento de unas pautas concretas de actuación que empiezan en el momento de la compra y acaban cuando se consume el alimento.
En el momento de comprar:
· Evitar los huevos rotos, demasiado pequeños y deformes.
· Comprobar el etiquetado, ya que debe indicar la fecha de consumo preferente, la categoría de calidad, el peso del huevo, la información nutricional.
· Asegurarse de que la cáscara está limpia, entera y sin signos de humedad.
En casa:
· Conservar los huevos en un lugar fresco, seco y a temperatura constante en la heladera. El cambio de temperatura contribuye a la desintegración de la cáscara y, por tanto, a su contaminación.
· En el hogar refrigerarlos a 5º C. Se aconseja almacenarlos en la parte más fría del refrigerador, y no en los anaqueles de la puerta. Por otra parte, los huevos deben ser utilizados según el tiempo recomendado (en un plazo de 3 a 5 semanas). Los huevos duros se pueden mantener refrigerados a 5 °C por 1 semana. Las claras y yemas sobrantes también se conservan en refrigeración y deben utilizarse en un plazo de 4 días.
· Si las cáscaras llegaran a agrietarse durante el transporte hasta la casa, se deben quitar los huevos cascados y refrigerar en un envase limpio tapado, para ser utilizados dentro de un plazo de 2 días.
· Separarlos del resto de alimentos para evitar contaminaciones cruzadas.
· No lavar los huevos antes de meterlos en el refrigerador para su conservación.
· Es necesario lavarse las manos, limpiar los utensilios, el equipo y las superficies donde se prepara la comida, antes y después del contacto con huevos o de productos que los contengan.
· No separar las claras de las yemas con la cáscara.
· Con respecto a la cocción, los huevos deben servirse cocidos y en el caso de los alimentos que contienen huevo, deben servirse inmediatamente después de cocinarlos, o en caso de que se vayan a consumir más tarde, ponerlos en envases poco profundos para que se enfríen rápido y poder refrigerarlos enseguida.
El huevo, un alimento muy nutritivo por la calidad de su proteína, está formado por tres partes básicas: la yema, la clara y la cáscara. Esta última actúa de envase natural y de su estado dependerá en gran medida que el consumo de este alimento sea seguro. Y es que la cáscara es, además de un mecanismo de defensa, una de las vías de entrada de microorganismos patógenos al producto, especialmente de Salmonella, ya que este microorganismo puede llegar a la superficie por contaminación desde la materia fecal. Controlar que no se produzcan grietas en la parte externa del huevo constituye una de las medidas de prevención de la contaminación, y en ello han trabajado un grupo de expertos estadounidenses, que han desarrollado un sistema de detección de microgrietas.
La clara representa, en el huevo de gallina, un poco más del 57% del peso total; la yema casi el 31% y la cáscara el 11,5%, según datos del Instituto del Huevo. Cada una de estas partes juega un papel fundamental. Y el de la cáscara, formada por carbonato cálcico, no es nada despreciable. La razón es que actúa de protector frente a posibles amenazas externas gracias a la presencia de la cutícula, una fina capa que se encuentra en el interior de la cáscara y que protege sus poros. La pérdida o el daño de esta capa facilitan la entrada de posibles microorganismos que puedan encontrarse en el exterior de la cáscara. Además, el papel protector de esta capa es caduco, es decir, a los cuatro días de la puesta aproximadamente la resistencia disminuye y la cutícula empieza a desecarse, por lo que el riesgo de que se produzcan grietas es mayor.
La resistencia, la forma o el color de la cáscara son algunos de los puntos clave a la hora de garantizar un alimento libre de patógenos. Que se rompa o no dependerá de factores intrínsecos a las aves, como la edad, la alimentación o las enfermedades del animal, que determinarán que la cáscara sea delgada o con defectos que faciliten la rotura. Otras causas, esta vez extrínsecas, no dependen tanto de la calidad de la cáscara sino de que se produzcan deficiencias en el lugar de la puesta o durante su manipulación.
Barrera natural más segura
La cáscara de los huevos debe estar limpia y sin fracturas ni grietas
Pese a que la cáscara constituye una verdadera barrera defensiva, es vulnerable al ataque de ciertas bacterias, especialmente de salmonella, que logran vencer su resistencia y penetrarla. Evitar que esto ocurra es el objetivo de los controles que realiza la industria alimentaria, especialmente destinados a detectar posibles grietas o deformidades en las cáscaras que aumenten el riesgo de contaminación. A los sistemas actuales para estas deficiencias se suma ahora uno que acaba de desarrollar un grupo de expertos del Servicio de Investigación Agrícola estadounidense (ARS, en sus siglas inglesas), que une las funciones de una cámara a presión y las de una cámara fotográfica.
Los responsables de la investigación aseguran que este prototipo, capaz de detectar lo que denominan "microgrietas" en las cáscaras, emula los sistemas que aplican los clasificadores humanos cuando aprietan los huevos para detectar las grietas. En este caso, la cámara a presión aplica "una breve presión a la cáscara hacia fuera", lo que permite detectar posibles fracturas en los huevos sin que estos se dañen, y comprobar, mediante una imagen, si realmente están afectados.
La tasa de detección se sitúa, según los expertos, en el 99,4% (teniendo en cuenta que se produce un 0,3% de falsos negativos). De esta manera, es posible adelantarse al problema que supone la aparición de grietas y actuar de forma previa, antes de que los huevos agrietados lleguen al consumidor. De este modo se reduce el riesgo de entrada de patógenos como Salmonella.
Portadores de Salmonella
El huevo es el alimento por excelencia que puede sufrir contaminación por Salmonella. La forma de cómo puede producirse es doble: bien a través de la cáscara o por medio de aves infectadas. En el primero de los casos influyen aspectos como la temperatura, la humedad, la virulencia de la cepa y el grado de contaminación por heces contaminadas. La lucha por prevenir la salmonelosis, una de las principales enfermedades de transmisión alimentaria, cuenta, desde junio de 2008, con un nuevo sistema de eliminación del patógeno en la cáscara de los huevos a través de pulsos de luz.
Desarrollado por expertos de AZTI-Tecnalia (Centro de Investigación Marina y Alimentaria), el sistema consiste en la descontaminación de carga microbiana sin que se vean alterados los parámetros organolépticos y estructurales de los huevos. Los efectos de estos pulsos, además, no sólo son eficaces para este patógeno sino que se hacen extensibles a otros microorganismos, a pesar de sus limitaciones, ya que sólo pueden actuar sobre la superficie de los alimentos.
El desarrollo de este tipo de sistemas se une a las medidas que se adoptan en el ámbito comunitario, la última de ellas aprobada a principios de año y que prohíbe la venta para consumo humano de huevos procedentes de aves que no se han sometido a los controles contra la Salmonella. Esta prohibición responde al aumento de la prevalencia de este patógeno en aves comunitarias, ya que, según datos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, la mitad de los brotes de salmonelosis en humanos están relacionados con los huevos o productos derivados.
Los últimos datos al respecto, publicados hace poco por la Agencia y el Centro Europeo para el Control de Enfermedades, confirman que, pese a que los casos de salmonelosis en la UE descendieron durante 2007, esta enfermedad de transmisión alimentaria afectó a casi 152.000 personas (frente a las 164.000 de 2006). Del estudio se desprende además que la mayoría de los casos se han dado a través del consumo de carne de cerdo y de ave.
EVITAR LA CONTAMINACIÓN
Disponer de productos seguros, en este caso de huevos, requiere el seguimiento de unas pautas concretas de actuación que empiezan en el momento de la compra y acaban cuando se consume el alimento.
En el momento de comprar:
· Evitar los huevos rotos, demasiado pequeños y deformes.
· Comprobar el etiquetado, ya que debe indicar la fecha de consumo preferente, la categoría de calidad, el peso del huevo, la información nutricional.
· Asegurarse de que la cáscara está limpia, entera y sin signos de humedad.
En casa:
· Conservar los huevos en un lugar fresco, seco y a temperatura constante en la heladera. El cambio de temperatura contribuye a la desintegración de la cáscara y, por tanto, a su contaminación.
· En el hogar refrigerarlos a 5º C. Se aconseja almacenarlos en la parte más fría del refrigerador, y no en los anaqueles de la puerta. Por otra parte, los huevos deben ser utilizados según el tiempo recomendado (en un plazo de 3 a 5 semanas). Los huevos duros se pueden mantener refrigerados a 5 °C por 1 semana. Las claras y yemas sobrantes también se conservan en refrigeración y deben utilizarse en un plazo de 4 días.
· Si las cáscaras llegaran a agrietarse durante el transporte hasta la casa, se deben quitar los huevos cascados y refrigerar en un envase limpio tapado, para ser utilizados dentro de un plazo de 2 días.
· Separarlos del resto de alimentos para evitar contaminaciones cruzadas.
· No lavar los huevos antes de meterlos en el refrigerador para su conservación.
· Es necesario lavarse las manos, limpiar los utensilios, el equipo y las superficies donde se prepara la comida, antes y después del contacto con huevos o de productos que los contengan.
· No separar las claras de las yemas con la cáscara.
· Con respecto a la cocción, los huevos deben servirse cocidos y en el caso de los alimentos que contienen huevo, deben servirse inmediatamente después de cocinarlos, o en caso de que se vayan a consumir más tarde, ponerlos en envases poco profundos para que se enfríen rápido y poder refrigerarlos enseguida.
miércoles, 5 de agosto de 2009
REUNION DEL DIA 05-08-09
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