lunes, 14 de junio de 2010

Vivir como antes: un programa de ayuda para la mujer mastectomizada

UN PROGRAMA DE AYUDA PARA LA MUJER MASTECTOMIZADA

El cáncer de mama puede considerarse como una experiencia vital que genera un fuerte impacto emocional, tanto por la enfermedad como por los tratamientos en sí y los efectos que produce: son muchos los factores que están incidiendo en la mujer afectada y que no se reducen únicamente a la mastectomía. Las mujeres afectadas suelen describir distintos momentos como especialmente críticos para ellas, a través del largo proceso médico que acarrea la enfermedad y que abarca también los momentos anteriores (diagnóstico de la enfermedad) y posteriores a la intervención quirúrgica, cuando tiene que enfrentarse de nuevo a la vida cotidiana.

Podemos establecer tres grandes grupos de problemas relacionados con el ajuste psicosocial de la mujer diagnosticada y operada de cáncer de mama:

A nivel psicosocial: El diagnóstico y cirugía del cáncer de mama constituyen una fuente importante de malestar emocional, que se traduce fundamentalmente en problemas de ansiedad y depresión, que suelen aparecer en las fases iniciales de la enfermedad. A esto, se pueden sumar problemas referidos al daño en la autoestima e imagen corporal (a causa de la amputación parcial o total de la mama), miedos y preocupación ante la posible recidiva de la enfermedad, etc.
A nivel social: Es frecuente también, como consecuencia de los aspectos anteriormente mencionados, la aparición de dificultades de ajuste social, principalmente en las relaciones interpersonales, familiares, de pareja y sexuales; por lo tanto, la mujer suele presentar un retraimiento social y sexual, así como una reducción de sus actividades cotidianas y una excesiva focalización en los aspectos relacionados con su enfermedad.
A nivel físico: Hay una elevada incidencia de linfedema (acumulación del fluido tisular que no puede ser drenado por vía linfática) a causa de la cirugía. Esta complicación va, a menudo, acompañada de debilidad en el brazo, rigidez, dolor, insensibilidad y limitación del movimiento que dificultan la rehabilitación de la mujer y, por lo tanto, reducen su calidad de vida.
Partiendo de esta situación, la A.E.C.C. se plantea la necesidad de crear un proyecto integral dirigido a apoyar a estas mujeres, cuya línea de partida sigue las pautas de los grupos "Vivir Como Antes" americanos y europeos. Actualmente ha evolucionado, llegando a contar con los siguientes subprogramas:

Intervención psicológica individual: Se pondrán en marcha cuando se detecte la necesidad o haya una demanda. El psicólogo podrá realizar sesiones de orientación, asesoramiento y/o terapia psicológica.
Intervención psicológica en grupo: Son grupos de aprendizaje estructurados por módulos en los que se trabajan, dirigidos por un psicólogo, el estado de ánimo, la ansiedad, la imagen corporal, la sexualidad y la autoestima.
Actividades de ocio y tiempo libre. Talleres ocupacionales y actividades culturales: Incluyen actividades formativas, recreativas y talleres ocupacionales, cuyo objetivo es favorecer la interacción social y aumentar la red social de las mujeres. Es un apoyo y complemento, en muchos casos necesario, al resto de acciones.
Voluntariado testimonial: Son las mujeres que han afrontado positivamente su enfermedad y dan un adecuado testimonio de su proceso oncológico. Son un modelo adaptativo de afrontamiento para otras mujeres que han comenzado o continúan con la enfermedad.
Intervención social: El trabajador social proporciona información de los recursos y/o tramita las ayudas sociales necesarias para solucionar las situaciones y demandas de las mujeres y sus familias.
Rehabilitación del linfedema: El fisioterapeuta será quién tratará esta complicación del tratamiento quirúrgico.

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