sábado, 12 de junio de 2010

LECHE DE VACA Y CANCER DE MAMA

Hace ya un tiempo, un miembro de mi familia cercana que permanecerá en el economato me envió un e-mail proveniente del reenvío del reenvío del reenvío de un reenvío que se pierde en el origen de los tiempos con un archivo de Power Point adjunto. El asunto del mensaje era ¿Por qué en China no hay cáncer de mama? (he quitado las mayúsculas y los Fwd: varios) y el nombre del adjunto un bello no-leche-de-vaca.pps.

Para que todos tengamos el mismo material, he dejado el archivo en cuestión en el enlace anterior. Es una presentación de las que lleva música, posiblemente para aumentar el daño producido. Si lo renombran a .ppt no se iniciará automáticamente y podrán saltar entre las diapositivas (o al menos así me ha funcionado a mí con OpenOffice.org).

La chicha empieza en la tercera transparencia. Se presenta a una tal «profesora Jane Plant» que «ha sobrevivido a 5 tumores mamarios» –salto a la siguiente transparencia– «cortando todos los lácteos de su dieta alimenticia». En la séptima transparencia se llega a un «Las mujeres chinas no enfermaban de cáncer de mama ni los hombres desarrollaban tumores prostáticos porque son incapaces de tolerar la leche y, por tanto, no la toman». A partir de ahí, se cuenta que la buena mujer dejó de tomar leche y derivados y en seis semanas el tumor había desaparecido. La transparencia 17 debería hacer saltar todas las alarmas con esa primera mitad conspirativa.

Efectivamente, existe una Jane Plant que es autora de varios libros:

Your Life In Your Hands: Understanding, Preventing, and Overcoming Breast Cancer.
The No-Dairy Breast Cancer Prevention Program: How One Scientist’s Discovery Helped Her Defeat Her Cancer.
Notar que hay dos afirmaciones distintas en todo este asunto:

Un cáncer en progreso puede detenerse dejando de tomar leche de vaca.
El consumo de lácteos es un factor de riesgo a la hora de desarrollar cáncer de mama.
Del primer punto no voy a hablar. Como dijo David Hume:



Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias.


Y esas pruebas no las tenemos. Por lo tanto me voy a centrar en el segundo punto, que además parece alimentar una serie de páginas web (ejemplo) que repiten este tipo de información.

En un principio hice una pequeña serie de búsquedas en PubMed, un buscador de artículos en la literatura científica médica, pero encontré poca cosa. Así que llamé a mis dos médicos de cabecera: el doctor EC-JPR y la doctora Sophie. Y ahí ya empezaron a aparecer cosas.

Por una parte, está este estudio: Meat, eggs, dairy products, and risk of breast cancer in the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition (EPIC) cohort, publicado en la American Journal of clinical nutrition. Pego la parte relevante del resumen:


CONCLUSIONS: We have not consistently identified intakes of meat, eggs, or dairy products as risk factors for breast cancer. Future studies should investigate the possible role of high-temperature cooking in the relation of red meat intake with breast cancer risk.

(CONCLUSIONES: no hemos identificado de forma consistente que las ingestas de carne, huevos o productos lácteos sean factores de riesgo para el cáncer de mama. Estudios futuros deberían investigar el posible papel de la cocción a altas temperaturas en relación al consumo de carnes rojas y el riesgo de cáncer de mama).

Eso es un solo artículo. Buscando un poco más aparece lo siguiente: Dairy Product Consumption and the Risk of Breast Cancer, publicado en el Journal of the American College of Nutrition. Este trabajo analiza varios estudios (es una revisión) y concluye que:

Evidence from more than 40 case-control studies and 12 cohort studies does not support an association between dairy product consumption and the risk of breast cancer.

(Las pruebas de más de 40 estudios de casos control y 12 estudios de cohortes no apoyan una asociación entre el consumo de lácteos y el riesgo de desarrollar cáncer de mama.)

Es más: el mismo resumen del artículo apunta a varios elementos contenidos en la leche de vaca que potencialmente pueden prevenir ese tipo de cáncer, como son calcio, ácido butírico y vitamina D. Es más: el consumo de leche de vaca es ahora mismo la principal fuente de esta vitamina en Estados Unidos. Otro estudio algo antiguo, de 1989, concluye que el consumo de lácteos fermentados puede proteger precisamente contra el cáncer de mama. Si antiguamente en China la incidencia de algunos tipos de cáncer era menor que en el mundo industrializado, puede pensarse (y con razones) que un factor importante es la dieta en su conjunto, pero achacar todos los males a un único alimento es, a la luz de las pruebas, erróneo.

Y una sola cosa más: disuelvan el Cola-Cao en leche entera. Acabo de descubrir que si se hace en leche semidesnatada sabe a polvos.

Esta entrada fue publicada por RinzeWind el 11/06/2010 a las 12:24, archivada en Ciencia, Escepticismo

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